jueves, 8 de abril de 2010

Tres y una en la recámara

Si has llegado hasta esta página de casualidad y no sabes de que va te recomiendo que empieces por el principio.



15 de abril
Puerto de Amsterdan 03:24


La cosa estaba jodida, ellos eran 5 y yo estaba solo.

Arnaud, el gorila que la Interpol puso para protegerme estaba muerto. Un disparo le había entrado por la frente. Su cara había quedado girada hacia mi y sus ojos verdes no dejaban de mirarme. Pobre desgraciado, no era muy inteligente pero me había salvado el culo unas cuantas veces en estos últimos 4 días.


- Don't hide Mr. Lopeesss. We will found you!!! - grito J desde el otro lado de la puerta.

- What do yo want for me? - le contesté mientras pensaba qué hacer.

- I only want to kill you!!


Bueno ... al menos era sincero, aunque su respuesta era de sobra conocida por mí. Llevaba 4 días persiguiéndome por media Europa, y esta vez me tenía acorralado.


- But, why? I do nothing ... don't fuck me.

- Oh, Mr. Lopeess is a bit complicated to explain, but I NEED to kill you ... is only bussiness. You discovered my identity. Well, It's not personal.

Que no es personal, la madre que lo parió.

Tenía que hacer algo porque no iban a tardar mucho en entrar. La nave era bastante grande, pero si me quedaba en el mismo sitio acabarían por encontrarme, así que si quería seguir con vida tenía que buscar una salida.

Me arrastré hasta el cuerpo de Arnaud y cogí su pistola. Era una Beretta de 9 mm. Por desgracia, la Intepol no me dió un arma a mí también, dijeron que como no era policía ni militar iba a tener muchos problemas si me la descubrían.

Uno de ellos cruzó la puerta a la carrera y se agachó detrás de uno de los grandes palets que había en la entrada.

Ya estaba hecho, venían a por mí e iban a matarme.

Saqué el cargador y conté las balas. Tres y una en al recámara ...





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